¿Qué pasa con la afición de los leones?

Constantemente se puede escuchar que “el beisbol es el deporte rey en el sureste”. Que “el futbol será el más popular en México, pero para los yucatecos es el beisbol”. O “el beisbol jala más en el sureste”. He escuchado tanto eso, que realmente había empezado a creer que era verdad. Pero después de asistir a 4 partidos de los leones esta temporada, y después de ver las estadísticas de asistencias de los parques de la liga, regreso a mi antigua creencia de que el beisbol, al menos en México, no es más el rey de los deportes.
Cuando tienes una ciudad con más de 700,000 habitantes, un estadio con capacidad para 12 000 personas, y al equipo bicampeón de la zona, lo lógico sería que tuvieras llenos en la mayoría de los partidos. Vale, tal vez no lleno en la mayoría, pero sí algunos llenos y buenas entradas permanentes. Ok, digamos que ningún lleno, pero buenas entradas con regularidad. Joder, que ya no podemos esperar menos que eso.
Cuando después de 7 partidos como locales (y el mejor récord de la liga, 11-3) has metido al Kukulcan a 26,829 aficionados con boleto pagado, dándonos un promedio de 3,832, es decir, poco más de cuarto estadio por encuentro, se puede decir que existe una situación realmente alarmante para aquellos que estén interesados en la trascendencia y el éxito de este equipo y este deporte.
Esto no se limita al estado, pues viendo cifras de otras plazas de la región la cosa no cambia mucho. En Cancún, los otrora poderosos tigres capitalinos, apenas cazan a 3,123 personas por encuentro, siendo los peores del circuito en este rubro. Apenas arriba de ellos están situados los Petroleros de Minatitlán, que con sus 3,281 espectadores por desafío se ubican en la penúltima posición. Después le siguen Oaxaca y Campeche con 3,610 y 3,642 en promedio, respectivamente. En el sureste el beisbol no aficiona más que el futbol, no se engañen.
Viendo los números de la temporada pasada me sorprendo aún más. Solamente cuando nos visitaron los diablos asistieron más de 6,000 aficionados al estadio. Esto un escupitajo a la cara para el equipo, para Lino y para toda la institución. Lo que estamos presenciando, es el desinterés de la gente por su equipo y la volubilidad de su asistencia, dependiendo exclusivamente del rival en turno. Esta falta de cariño por la franela yucateca es digna de denunciarse para observar un cambio en la actitud de la fanaticada.
Que la gente no vaya al estadio sería aceptable, tal vez, y solo tal vez, si los resultados fueran negativos, (y digo tal vez porque los fanáticos deben estar con su equipo en las buenas y en las malas… supuestamente). Lo que más molesta, es que cuando llega la postemporada, todo el mundo quiere estar ahí y conseguir un boleto se vuelve más difícil que entrar al estadio y no tomar cerveza. Imagínese nada más.
¿Razones de esta ausencia? Bueno, podríamos encontrar varias. La apatía natural del yucateco, y perdón si alguien se molesta, pero esto se ha comprobado en innumerables casos; la distancia, a lo mejor muchos podrían quejarse de que el estadio está muy lejos; la economía, probablemente ir constantemente resulte bastante caro para una familia. En fin, cada quién sabrá. Pero independientemente, es triste ver el estadio medio vacío toda la semana y por eso invito a todos los aficionados, que por error o por azares del destino lean este blog, a que asistan al Kukulcan, que esta noche vamos contra Tijuana. ¡Venga leones!
Nota: Los datos son de ayer, pero me dio mucha flojera actualizarlos.