domingo, 1 de febrero de 2009

La opinión

La historia fue muy similar a la del Super Bowl XLII, solo que ahora la voltereta la dio el favorito. El partido fue dramático, como debe ser uno de esta categoría, y el espectáculo no dejo nada que desear.
Arizona se sobrepuso a todos los absurdos castigos (algunos discutidos) de los que fue objeto, y estuvo a nada de conseguir el primer título de su historia, solo que no contaba con la aparición de un receptor de segunda categoría como Santonio Holmes. Pueden garantizar que ese calificativo le acaba de desaparecer.
Los jugadores que tenían que aparecer lo hicieron. Fitzgerald con 2 anotaciones, Harrison con una más tras una intercepción histórica, Warner liderando una remontada espectacular, Roethlisberger apareciendo con pases exactos cuando más se necesitaban. La diferencia fue precisamente aquel jugador del cual no se preocuparon tanto los esquineros de los Cardenales: Holmes.
Ahora los Acereros pueden presumirse como el mejor equipo de la historia de la NFL y pueden ver sobre el hombro a sus eternos rivales de Dallas. Arizona por su parte también salió ganando de este Super Tazón, pues ya no serán más el equipo bufón de la liga, sino que ahora ya se han ganado un nombre entre los equipos contendientes de la misma. Lo importante es que mantengan sus buenas actuaciones y por ende, ese respeto que acaban de adquirir.
La interrogante viene en relación al futuro de Warner, ya que su contrato termina esta temporada y es muy probable que opte por el retiro. En caso de hacerlo, los Cardenales tendrán que apostar por la rápida maduración de Matt Leinart, ex estrella colegial de USC.
Una temporada más ha terminado, sin duda una que ha dejado grandes partidos y jugadas para el recuerdo. Ahora vienen unos interminables 6 meses sin futbol americano, por lo que habrá que refugiarse en la Champions, el Clausura, y los Leones de Yucatán.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

no mames, sí eran castigos, y el partido no hubiera estado tan verga si perdía pitsburgh jaja

Kp dijo...

No chingues, el del gol de campo, cuando según esto le pega el de Arizona al que detenía la pelota por Pittsburgh, no era. Ahora los demás ponle que sí, pero me refiero a que se vieron muy ingenuos los Cardenales.