LA VECINDAD

Para seguir con estos posts idiotas, ahora me gustaría comentarles un poco sobre mi perspectiva de lo que se avecina para el equipo de todos los niños: “La Vecindad”.
Primeramente permítanme contarles brevemente la historia de este singular equipo.
Todo se remonta al lejano año del 2005, cuando en una hora libre comíamos en la cafetería de la entonces Unimayab, hoy Anáhuac Mayab (chhh), y surgió la idea de armar un equipo de fútbol rápido. Por alguna razón, creo que Morris sugirió llamarnos “La Vecindad”, y por alguna más extraña razón aún, los demás aceptamos.
Nuestro primer torneo fue único, pues solo en ese logramos avanzar a la liguilla (inexplicablemente). Nuestra figura indiscutible era el “Furcio”, mismo que arrancaba los suspiros de nuestras porristas (aunque nadie lo crea, nos iban a apoyar al principio), cuando lo veían correr con esa camiseta tamaño miniatura y con un color tan homosexual, que el propio Furcio eligió.
El segundo torneo presentaba en el papel, mejores oportunidades para el equipo, pues considerábamos que nos habíamos reforzado medianamente bien y el grupo era accesible. Al final, las cosas no resultaron como las pensamos y quedamos eliminados en la primera ronda. Mínimo, ya teníamos un uniforme decente.
Los siguientes 2 torneos, fui traspasado al Paquito F.C. y gracias a Dios no viví la época más triste y deprimente de La Vecindad. Vía internet pude enterarme de lo penoso que resultaba el accionar del equipo. Resultado de lo anterior, en ambos torneos ocuparon el sótano del grupo, y con diferencias de goleo que excedían los -50.
Ante los pésimos resultados, la directiva se vio en la necesidad de repatriarnos, tanto a la “sirena” Ledesma, como a un servidor (ya saben, piezas claves en el 2-1-1 del equipo). Llegamos con toda la actitud (la sirena llegó a uno que otro partido y de milagro), pero los resultados no fueron lo suficientemente buenos como para llegar a la fase final, y una vez más nos quedamos en la orilla.
Finalmente el último fue de los torneos más rescatables, aunque de nuevo no avanzamos.
Ahora viene una época de cambios pues sufriremos algunas bajas y a la vez adquiriremos algunos buenos jugadores (según Marco Ovidio Colín). El uniforme se modificará con el afán de dejar atrás malos espectros y tratar de tener un nuevo comienzo. Quizá el más significativo de los cambios será el nombre. La Vecindad ha cumplido un ciclo de fracasos y chuscos momentos, por lo que ahora toca crear una escuadra que aspire a competir por todo, con jugadores profesionales y de primera línea, dispuestos a dar todo por el equipo, comprometidos a luchar siempre por alcanzar el principal objetivo: el campeonato.
No, la verdad es que no. Solo queremos cambiar el nombre porque ya hueva el mismo por cuarto año. Así que voten o sugieran alguno. Yo los exhorto para que apoyen a: LOS FAT BABIES.