lunes, 28 de junio de 2010

Los mariachis callaron



Tengo 24 años. Es decir, he vivido 7 mundiales, aunque en realidad sólo he estado consciente de los últimos 5 incluyendo este. En todos y cada uno de ellos, hemos vivido la misma historia con México; se llega con grandes expectativas, con uno que otro jugador renombrado, y al final, siempre al final, algún equipo se nos cruza en octavos para regalarnos un boleto de regreso a nuestro país. Da igual la magnitud del rival, puede ser un gigante como Argentina o Alemania, un equipo revelación como Bulgaria o un magno señor del área (CONCACAF) como Estados Unidos. Al final el resultado es el mismo.

Hoy la historia demostró que, como creen los mayas, es cíclica. Una vez más se nos apareció la todopoderosa Argentina, ahora de Maradona, y sin hacer gran cosa nos regresó a México con la cola entre las patas. Hay muchas cosas que mencionar sobre el partido y sobre las reacciones que generó el mismo. Sin duda no diré nada que no se haya dicho ya o que no haya pensado cualquiera de ustedes; pero la realidad es que no puedo evitar decir todo esto que me parece remarcable sobre México y el Mundial.

Primero quiero hacer notar que la participación de México en el Mundial ha sido decepcionante. Pero decepcionante de acuerdo a las expectativas que se generaron, muchas gracias a los medios, basadas en poco y nada. Si las esperanzas en el combinado nacional estuvieran cifradas en representaciones previas, la verdad es que han cumplido con el cometido, pues todo ha salido igual que en antaño. Una victoria, un empate y un par de derrotas. El mismo saldo que en Alemania 2006. No veo nada para resaltar en esto. Todo se resume en victorias contra Irán y Francia (la de Domenech, no la de Zidane), empates contra Sudáfrica y Angola (ustedes me dirán qué podemos presumir de eso) y derrotas contra Uruguay, Portugal y Argentina en 2 ocasiones.

Los entendidos del futbol dicen que a pesar de esos tristes resultados, México ha desplegado un gran juego durante estas justas. Bueno, esto es realmente discutible pues han dado una de cal y una de arena. Que me expliquen qué gran juego se realizó contra Angola y Portugal en el 2006, o qué se hizo contra Sudáfrica y Uruguay en este mundial. Lo de Argentina es un caso particular. Al menos para un servidor, en Alemania no se realizó un gran partido contra los pamperos, sino que fue un juego con mucha intensidad que tuvo a los mexicanos al límite de sus emociones. No hay que confundir eso con un gran futbol de México. En contraparte, en esta segunda edición de ese ya clásico enfrentamiento, sí se dominó y se ofuscó al rival, pero que de nada sirve si el balón no entra a la portería contraria.

Ahora, vámonos a lo acaecido el día de ayer en Johannesburgo. La primera polémica del día se suscitó en el momento en que se dio a conocer que Adolfo “el bofo” Bautista iba a ser titular. Aguirre demostró 2 cosas con esa decisión: que tiene un par de cojones bien puestos y que es terco como buen vasco. Apuesto a que más del 90% del país le mentó la madre al enterarse de la “buena nueva”. De hecho, yo veía la televisión cuando Javier Alarcón dijo “Si están prendiendo su tele, Adolfo Bautista arranca por México”, a lo lejos sólo se escucho “Noooooooooooooooooo”; No es broma. La participación del Bofo fue inédita. Dicen que cubrió muy bien a Mascherano, pero la verdad es que no fui testigo de ello, por lo que no estoy autorizado ni para afirmarlo ni para negarlo. De resto, vagó, como usualmente tiene a bien, por la mitad del campo.

La Selección arrancó jugando bien al futbol y generando llegadas de peligro. Pero todo fue igual que siempre, CASI metemos gol, no una sino hasta tres veces. Pero entre el CASI y el gol, hay una pequeña gran diferencia. Es ahí en donde se define quiénes son los grandes y quiénes los pequeños, quiénes son los ganadores y quiénes los perdedores, y como saben, desafortunadamente México tiene una entrañable relación con el CASI.

Después, vino el asalto. Es verdad, fue un fuera de lugar clamoroso. Fue una aberración que el árbitro no la marcara. Es más, fue algo totalmente injusto que inclusive después de ver la repetición en las pantallas, mantuvieran su decisión cínicamente. Aquí se demuestra que en la ley no siempre hay justicia. Dicen que hubiera sido antirreglamentario revertir esa decisión ya que se dieron cuenta a través de la pantalla. A mí me parece entonces que el reglamento es inoperante, negligente e INJUSTO. Es algo elemental, si ves que era fuera de lugar ¡¿por qué aferrarse a lo contrario?!Entre ese error y el que le reventaron a los ingleses, la FIFA va a tener suficientes cosas de qué preocuparse por un buen tiempo. Creo que la tecnología pide a gritos entrar al futbol, que corre el riesgo de rezagarse con respecto a otros deportes, si no toma medidas en ese sentido. Todo evoluciona en esta vida y el futbol no tiene porqué ser la excepción.
Pero regresando a la Selección Nacional, sí, fue un robo. Sí, esa decisión rompió el partido. Pero un equipo con mayor templanza hubiera salido adelante. Perdón, pero así lo creo. Con el 0-1 en contra todavía había partido, nada se había perdido aún. Fue con el monumental error de Ricardo Osorio cuando todo se desmoronó. Que por cierto, una vez más demostró este jugador que en los momentos decisivos se achica como miembro en bajas temperaturas (disculpen la analogía). Fue inadmisible lo de ayer. Y después, pues simplemente se reflejó esa diferencia que mencionaba entre el CASI y el gol. Hubieron muchos buenos tiros de Salcido que sirvieron para emocionar a los mexicanos, pero nada más. Hubo un sólo tiro de Tevez que sirvió para emocionar a los argentinos y para garantizar su pase a cuartos de final. Tan fácil como eso. En resumen, se jugó como nunca y se perdió como siempre; aunque ya hay quien dice que se jugó como siempre y se perdió como siempre.

Para destacar del cuadro mexicano, sí que hay algunos jugadores. El mejor, por mucho, una vez más fue Carlos Salcido. Con su futuro en el aire, este jugador se concentró al 100% con la Selección y dio un par de partidos dignos del mejor en su posición. Tremendo contraste con lo que ofreció el dueño del lateral derecho. También hay que mencionar el soberbio gol de Hernández. Si bien el “Chicharito” aún está verde en muchos aspectos, es una realidad que el talento y el olfato goleador los tiene de sobra; unos años en Europa y este muchacho llegará a cosas grandes. Finalmente hay que resaltar la labor de Pablo Barrera. El jugador de la UNAM, esperemos que no por mucho tiempo más, hizo las veces de Jesús Arellano en el Mundial de Francia, sirvió como revulsivo para una selección que en varias ocasiones se vio atorada en su funcionamiento y en otras tantas recurrió a este desequilibrante extremo para solucionarlo. Pero a pesar de esas buenas actuaciones, no hay que confundirlas y decir que México dio un excelente partido y que murió con la cara en alto. Si se hubiera jugado ese excelente partido, ahora estaríamos esperando los cuartos de final y no pensando en Brasil 2014. No puede haber un excelente partido cuando se comete un error como el de Osorio, cuando se carece de gol durante 80 minutos y cuando se pierde la concentración después de un error arbitral por más grosero que este haya sido.

No quiero concluir sin antes hacer mención a la desafortunada rueda de prensa que dio el “técnico” argentino, Diego Armando Maradona. Si bien es de dominio popular la escaza preparación de esta persona y su corto intelecto, las declaraciones que emitió me dejaron atónito pues su cinismo me resultó ofensivo. Atreverse a decir que Argentina fue superior en todo momento y que nunca pasaron complicaciones, que sabía perfectamente lo que haría el “Vasco” y que tenía pensada una respuesta para cualquier movimiento que este hiciera, no hacen sino demostrar que este tipo sigue en drogas. Un compañero comentaba que le gustaba escuchar eso porque creía que estaba asumiendo una actitud a lo “Mourinho”, para quitarle presión a sus jugadores. No lo creo. No es la primera vez que Maradona dice disparates como ese y seguramente no será la última. Eso sirvió para reafirmar mi teoría de Diego como un tipo simple, zafio, limitado y arrogante.

Ahora sólo queda esperar a ver quién será el nuevo técnico y confiar en que más mexicanos se foguearan en Europa, de manera tal que en el Brasil podamos alcanzar el tan anhelado quinto partido.



PUNTOS PARA DESTACAR

• Gran sorpresa la que me dio Cuauhtémoc al finalizar el partido. En contra de todos mis pronósticos, fue a calmar a los jugadores mexicanos para evitar que se armara alguna bronca. Hubiera jurado que el de Tepito iba a ser el primero en repartir los trancazos.

• La otra cara de la moneda la mostró Rafa Márquez. Después del asalto a manos de Rosetti, el capitán mexicano perdió la cabeza, como es su costumbre, y de milagro no vio la tarjeta roja después de una fuerte falta y una serie de airadas reclamaciones. Pasa el tiempo y no aprende a moderar su impulsivo carácter.

• Messi no necesitó más que pararse en el campo para tener nerviosos a los defensores mexicanos, que si bien lo anularon como se esperaba, eso repercutió para que se descuidara la marca sobre otros elementos. Esa es parte de la grandeza de Lionel.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por un lado, no me gustaron las declaraciones, pero sí creo que tenían una intención más allá del contenido literal (no se metan con los jugadores), aunque no hacía falta que dijera las cosas de esa manera,pero pues es bien sabido que Maradona es muy bruto.

Por otro lado hoy vi el partido en la mañana y con la cabeza fría me di cuenta de que distó mucho de ser lo que me había parecido que fue, y que de hecho ni tu amigo Maradona ni tu amigo Joserra estuvieron tan equivocados en decir que Argentina fue superior todo el partido.

1.- Antes del gol en fuera de lugar, México nada más tiró dos veces al arco, no más ni menos, la de Salcido y la de Guardado que fueron buenos disparos pero ambos de larga distancia, lo que habla más de aporte individual que de trabajo colectivo.

2.- México no tuvo más posesión de balón antes de ese gol, hubo sensación de dominio por esos dos tiros que se dieron en un lapso muy breve de tiempo, pero durante esos 25 minutos Argentina definitivamente tuvo más posesión, de hecho en las estadísticas Argentina tuvo el balón el 52% de todo el partido, tomando en cuenta el dominio de México en el segundo tiempo podemos deducir que en el primero fue más de 52% lo que tuvo Argentina.

3.- El segundo gol error de Osorio, cayó a los cinco minutos del primer gol, después de eso Argentina nomás aguantó pa irse así al descanso.

4.- En el segundo tiempo Tévez mató a los 5 minutos y a partir de ahí sí tuvo dominio México pero ya de nada les servía, luego cayó el gol del chicharo (bastante tarde) y otra vez hubo como sensación de que Argentina estaba ahogada pero con una casi cómoda diferencia de dos goles.

En fin, creo que si ves el partido de nuevo es muy diferente a verlo en vivo.

Jerónimo.