lunes, 6 de julio de 2009

Enésima justificación por ausencia


A todas aquellas personas que se tomaban la molestia de visitar este blog para leer las ociosidades, incoherencias y ocurrencias de su servidor, les pido una disculpa por tan abrupto y súbito abandono de mi parte. La realidad es que no he sentido la necesidad imperiosa de escribir algo en concreto. Supongo que la inspiración es errante y gitana; espero que decida visitar estos lares próximamente.

En el blog de deportes, hay tantas cosas de qué escribir, que creo que julio servirá para reactivar la actividad del mismo. Armstrong, Federer, Cristiano, Kaká, Mc Nair, nombres propios que merecen una mención cuando menos. Tampoco se puede dejar de lado el partido que tiene en vilo a toda una nación: México Vs USA. Más allá del boleto al Mundial (el cual está en verdadero peligro) se juega el orgullo y el poder seguir presumiendo (neciamente) que somos mejores que los gringos en nuestro deporte.

En el blog de crónicas, poemas, cuentos y demás, la historia es diferente. Si bien podría publicar alguna de las cosas que tengo desde hace tiempo, la verdad es que no me ha apetecido en lo absoluto. He escrito poco y he publicado menos. Caminando por el Viaducto a las 6 am, con un clima frío pero agradable y tras una noche de desvelo por trabajo, me entró el antojo por escribir algunos versos en inglés. Más mediocres que los que he escrito en español, no me atrevo a subir semejantes vergüenzas de la poesía. Eso sí, me siento bien leyéndolos eventualmente, pues son catalizadores de recuerdos, prólogos de una memoria intermitente.

Sumado a lo anterior, están las razones físicas que me desmotivan a escribir. Cuando te levantas a las 5 a.m. todos los días, vas al gimnasio, desayunas, te bañas y te vas al trabajo de 9 a 9 (generalmente), lo último que quieres hacer cuando llegas por las noches a tu casa, es escribir algo. Al menos eso me pasa a mí. Los fines de semana son similares. Mi vida social se ha reducido a casi nada, salvo contadas excepciones, pues aunado a mi prematuro envejecimiento mental, mi estado físico es deplorable tras 5 días de intensa actividad, y no hay cosa que disfrute más, que estar acostado escuchando música, viendo deportes o algún canal tipo NG, Travel Channel o Discovery, o bien leyendo un libro.

Tengo muchas actividades pendiente por realizar en esta hermosa ciudad (sí, puede ser hermosa si se sabe por dónde moverse). Ir al Museo Rufino Tamayo, a Six Flags, al Bosque de Chapultepec, al tan nombrado bar “El Pasagüero”, hacer turismo por la Alameda y por el Zócalo, pasear en una trajinera en Xochimilco (y agarrar una borrachera ahí, de preferencia), tomar fotos en los Viveros, entre otras tantas. De momento lo que viene es un concierto de La Cuca en el Hard Rock (boleto en mano) y el tan esperado partido de la Selección en el estadio Azteca (espero tener boleto en mano).

Esta vida no es la que pensaba cuando anhelaba vivir en el DF, pero tengo que reconocer que si bien, divertida no es un adjetivo que usaría para describir mi estancia en la capital, este tiempo me ha servido para ganar responsabilidad, condición, disciplina y experiencia en el mundo laboral. Ahora que, nunca pensé decir esto pero… necesito pasar un tiempo en Mérida. De vacaciones puede ser una ciudad tan agradable, apacible y deseable.

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